El tema para hoy es un clásico y además no ha sido casual el haberlo elegido precisamente ahora. El motivo es obvio, estoy lesionado, una vez más. Y como han sido muchas y variadas a lo largo de mi vida deportiva voy a hablar, como siempre desde mi experiencia y conocimientos del tema.
Lesionarse es un hecho que puede resultar habitual en la practica deportiva y que puede aumentar con la edad, la fisonomía y sobre todo la manera en que realizamos esta actividad física, en el sentido de que el corredor aficionado, al no disponer muchas veces de un entrenador, una supervisión o un método de trabajo nos coloca en una posición de mayor riesgo de sufrir estas lesiones.
Lesionarnos lo podemos hacer de mil maneras, algunas serán evidentes, otras casi imperceptibles y algunas veladas. Pero para generalizar las un poco por su origen podríamos catalogar las en aquellas que comienzan por una deficiente condición física o una técnica inadecuada y aquellas que surgen como resultado de un traumatismo o sobre esfuerzo.
Las primeras, son más frecuentes en corredores noveles, personas que al iniciarse en la práctica deportiva no poseen una técnica correcta en la pisada, en el apoyo, exceso de peso, postura a la hora de correr y demás que les puede provocar dolores o molestias a medida que intensifican su entrenamiento de la carrera. No quiero extenderme mucho en este tipo de lesiones, pero como norma general combatirlas, pasa por el correspondiente reposo y recuperación seguido de el fortalecimiento muscular y de ejercicios de técnica para mejorar la pisada, la postura y el gesto de la carrera en general.
Que más da, lo importante es reconocer que si tenemos un dolor en alguna zona del cuerpo, es que algo no va bien y es importante hacer lo siguiente: Parar de correr y buscar una solución, porque si no la cosa va a ir a peor, os lo garantizo mucho peor. Es mejor recuperarse en dos semanas de una pequeña rotura de fibras, que en seis mese de una operación de ligamentos. Os aseguro que ese es el destino de muchas lesiones, no lo busquéis.
Cuando algo nos duele, lo primero es parar de hacer deporte, lo segundo es determinar que tipo de lesión estamos padeciendo. Por lo general roturas fibrilares, es decir "cortes" de cierta magnitud en los paquetes musculares o inflamaciones en los ligamentos o tendones suelen ser las lesiones más frecuentes, son fáciles de identificar, las primeras por el pinchazo que se siente en mitad de un músculo. Las segundas por el dolor, inflamación y según la zona enrojecimiento del tendón.
También por supuesto podéis acudir a vuestro médico, traumatólogo o al seguro médico de la federación si es que estáis federados. Pero debido a que estos medios requieren su tiempo y estamos hablando de lesiones muy sencillas que con dos semanas de reposo y tal vez el uso de algún antiinflamatorio en crema o ibuprofeno es suficiente para recuperarse, en principio no vale la pena pedir una cita que te van a dar cuando la lesión puede estar ya practicamente curada. No obstante si pasada una semana no apreciamos mejoría, por supuesto no lo dudéis y poneros en manos de un especialista, preferentemente médicos especializados en medicina deportiva como los que se disponen estando federados.
Es todo por hoy, tal vez otro día haga una entrada sobre algun tipo de lesión en concreto, según la demanda, aunque desde luego puedo decir que hay más temas para tratar que horas para escribir!
Disfrutad del deporte.
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